Cada tarde la pareja de ancianos disfrutaban el atardecer en el muelle, esperaban
con ansias la puesta del sol, observaban los tonos anaranjados al caer la tarde
y disfrutaban las primeras estrellas que aparecían parpadeando en el manto de la
negra noche.
Él contaba historias extraordinarias sobre viajes y ciudades, le
escribía versos y endulzaba las horas con cariño.
Ella escuchaba atenta cada palabra y el azul de sus ojos brillaba como
manifestación de sorpresa y encanto. Tomaba su mano y observaba el pasar de los
años en cada arruga de su piel, le besaba una mejilla y recogía el blanco de sus cabellos.
“Te Amo” le susurraba al oído.
Cerca de la media noche él tomaba su sombrero le daba un beso de buena
noche a su amada y le decía “Hasta mañana mi amor”
Él a paso lento regresaba a su hogar…
Ella al fondo del mar.
SoLdemedianoXe.
Me llega la forma en que haces que vea en mi imaginación lo que escribís
ResponderEliminarEs increíble la forma en la que captas la atención del lector, haces volar la imaginación y me dió mucha ternura tu historia. felicidades
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